Potencia, agresividad, fatalidad.... todo esto echo una animal : el tiburón. El rey de los mares y océanos. Temible para todos, temido en todas partes. Se trata del más feroz cazador del mar. Dotado de una potente mandíbula llena de dientes afilados como cuchillos y, gracias al esqueleto de cartilago del tiburón (el cual le permite obtener una gran velocidad debido a su reducido peso), nada puede parar a un tiburón en pleno ataque sobre su presa.
Estos animales también poseen una diversidad de mecanismos perceptores altamente activos. Aunque se cree que su vista es mala y que el momento en el que mejor ven es cuando la luz apenas se distingue (por ello, tal vez, su habito de alimentarse al amanecer y al oscurecer), tienen un agudo sentido del olfato; un tiburón es capaz de detectar una gota de sangre a gran distancia.
Por todo ello el tiburón ha sido un animal que ha inspirado muchas leyendas sobre asesinos del mar y algunas civilizaciones lo ha tratado como un auténtico Dios al que rendían culto y pedía protección.
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